lunes, 19 de septiembre de 2011

Manifiesto por la Educación

Como dice el manifiesto fundacional de DRY existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en esta sociedad. El derecho a la educación es uno de ellos, que todos consideramos fundamental...

La educación es la garantía de la socialización de todos los miembros de nuestra sociedad en igualdad de derechos y obligaciones, independientemente de su origen económico o social. La educación no puede ser considerada como una mercancía, ni en consecuencia tratarse de otro modo que no sea como un servicio público esencial, al mismo nivel que la sanidad, la vivienda, el trabajo o la propia democracia. La falta de inversión en materia de educación sería un suicidio colectivo económico y social.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice, además:
Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.
A esos fines declarados de la educación, y a ninguna otra cosa, deberían estar supeditadas todas las decisiones y propuestas en materia de educación, tanto de los gobiernos e instituciones como de los ciudadanos y ciudadanas particulares. La gestión de la política educativa debería recaer exclusivamente en los órganos del estado, sin supeditación alguna a los intereses económicos ni financieros y con la participación directa y efectiva de todos los implicados, especialmente el profesorado, el alumnado y sus familias.

El estado deberá proporcionar los recursos humanos y materiales apropiados a dichos fines, estableciendo consensos entre las instituciones implicadas en la educación y entre éstas y toda la sociedad en su conjunto, con la única mira puesta en esos fines y evitando hacer de la educación un caballo de batalla partidista en cada proceso electoral. Nos oponemos firmemente a su privatización, incluyendo la de los servicios auxiliares y abogamos por el retorno a la gestión pública de todos los recursos privatizados en la actualidad.

La educación debe favorecer la libertad, la justicia y la paz en el mundo, que tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. En ningún caso debería fomentar otros valores negativos contrarios a ese principio ni, bajo ningún concepto, servir de instrumento para el adoctrinamiento ideológico, político o religioso de la población. La educación no puede ser asunto sólo de la escuela o de las instituciones escolares de cualquier nivel, sino un compromiso práctico y efectivo de toda la sociedad civil, que debe asumirla en su conjunto dentro y fuera del recinto escolar. El dinero que destinamos a educación no es un gasto sino una inversión. La educación es nuestro derecho y no renunciaremos a él. No somos mercancías ni lo queremos ser en el futuro. Somos seres humanos que no renunciaremos a nuestra dignidad.


Propuestas de Democracia Real Ya sobre Educación
Estas son algunas de las medidas que, en cuanto ciudadanos, consideramos esenciales para la regeneración de nuestro sistema educativo.

1.LA EDUCACIÓN ES UN SERVICIO PÚBLICO ESENCIAL:
A este servicio público esencial, en todos sus niveles y modalidades, tanto reglados como no reglados, desde la educación infantil hasta la universidad, tienen derecho todos y cada uno de los ciudadanos, sin ninguna clase de discriminación por ningún motivo.
2.LA EDUCACIÓN DEBE SER GRATUITA Y UNIVERSAL:
El servicio público de educación debe ser absolutamente gratuito en todas y cada una de sus etapas y manifestaciones, para todos y cada uno de los ciudadanos, incluyendo dicha gratuidad no sólo la educación propiamente dicha, sino todos sus servicios auxiliares y complementarios, como pueden ser el transporte escolar, los comedores escolares y todos los materiales escolares necesarios para llevarla a cabo.
3.LA GESTIÓN ECONÓMICA DE LA EDUCACIÓN SERÁ PÚBLICA EN SU TOTALIDAD:
El Estado estará obligado a garantizar la gestión exclusivamente pública de todo el servicio de educación, sin delegar en ningún caso a particulares ni el total ni las partes de dicho servicio, debiendo dar cuenta de dicha gestión únicamente a las instituciones democráticas. Todos los recursos privatizados en la actualidad habrán de volver a la gestión pública en el menor plazo posible.
4.LA GESTIÓN PEDAGÓGICA DE LA EDUCACIÓN SERÁ PÚBLICA EN SU TOTALIDAD:
El Estado garantizará la participación de todos los implicados en la gestión democrática de las instituciones educativas, otorgando a cada estamento las prerrogativas correspondientes a su función de manera clara e inequívoca, de acuerdo a las leyes emanadas del estado de derecho y sin ninguna injerencia de ningún organismo ajeno a la propia educación.
5.LA SEPARACIÓN IGLESIA-ESTADO DEBERÁ HACERSE EFECTIVA YA:
El Estado deberá denunciar aquellos acuerdos o disposiciones que se opongan a la efectiva separación del mismo con la Iglesia Católica, para que desaparezca la anacrónica enseñanza de la religión en los centros educativos, así como para que la propiedad de los centros educativos no interfiera en modo alguno en la gestión exclusivamente pública del servicio de educación.
6.CONTRA EL ADOCTRINAMIENTO EDUCATVO:
No se permitirá ninguna clase de adoctrinamiento ideológico, político ni religioso en los centros educativos. Solamente el respeto escrupuloso de los derechos humanos y de los valores democráticos estará permitido y alentado en las instituciones escolares.
7.LA CRISIS NO ES EXCUSA PARA RECORTAR LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN:
Ninguna circunstancia económica adversa o no será motivo de reducción, recorte o supresión de los servicios esenciales de educación. Menos aún en tiempos de crisis puesto que los recursos destinados a la educación, como al resto de los servicios sociales esenciales, de ninguna manera pueden considerarse gastos, sino inversión, más necesarios cuanto peor pueda ser la situación y única garantía de solución de los problemas a largo plazo.
8.PROPONEMOS AUMENTAR COMO MÍNIMO AL 6% EL PORCENTAJE DEL PIB DESTINADO A LA EDUCACIÓN:
Para concretar la propuesta anterior y de acuerdo con las recomendaciones de la UNESCO en materia de educación, así como la observación de lo que sucede en los países de nuestro entorno y más concretamente en la Unión Europea, proponemos el aumento del porcentaje del Producto Interior Bruto, coeficiente utilizado internacionalmente como uno de los indicadores del desarrollo humano, del 4,6 actual, según los últimos datos publicados, al 6%, todavía muy por debajo de algunos países europeos, aunque por encima del 5,2 % de media de la UE.